Dijo el Poeta: "Lo que dicen las palabras no dura; duran las palabras".
Por eso "Palabras Tejidas": un entrecruzado de palabras que duran y que multiplican infinitos decires.
Una triste leyenda cuenta sobre el clavel del aire, planta que vive pendiendo de las ramas de añosos algarrobos. Refiere la misma que un joven oficial español se enamoró de una indiecita conocida por Shullca, la que no correspondió al apasionado amor de aquél. Juró entonces vengarse de la que así lo despreciaba, una tarde, hallándola sola la persiguió. La niña desesperada trepó a la rama más alta de un algarrobo. Pidióle el joven que si bajaba la respetarla. Como la niña se negaba le amenazó con su puñal. Y furioso arrojó el arma que fue a clavarse en el pecho de la infeliz. El cuerpo de Shullca cayó como así también el del oficial hispano. Una gota de sangre alcanzó y humedeció el tronco del árbol. Al decir de Joaquín V. González así nació el clavel del aire.
Una triste leyenda cuenta sobre el clavel del aire, planta que vive pendiendo de las ramas de añosos algarrobos. Refiere la misma que un joven oficial español se enamoró de una indiecita conocida por Shullca, la que no correspondió al apasionado amor de aquél. Juró entonces vengarse de la que así lo despreciaba, una tarde, hallándola sola la persiguió. La niña desesperada trepó a la rama más alta de un algarrobo. Pidióle el joven que si bajaba la respetarla. Como la niña se negaba le amenazó con su puñal. Y furioso arrojó el arma que fue a clavarse en el pecho de la infeliz. El cuerpo de Shullca cayó como así también el del oficial hispano. Una gota de sangre alcanzó y humedeció el tronco del árbol. Al decir de Joaquín V. González así nació el clavel del aire.
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