Me enseñó a querer su tierra
con sus relatos de historias
familiares.
Balbuceé con ella
mis primeras palabras en su idioma.
Acarició con sus miradas mi niñez,
lejana y solitaria.
Aún espero, algún día,
caminar por las calles de Cariati
y reencontrar la imagen de mi
abuela.
...
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